Nació necio
y creció su necedad con los años como suele ocurrir cuando uno nace en familia
acomodada donde no apremia la necesidad pero sí la necedad que se alimenta con
buenas lecturas prematuras que dan todas a entender la vida antes de que la
vida fuera entendida por el mero hecho de ser vivida. Buenas valores humanas
dignas de persona nacida de alta alcurnia aprendio en la temprana edad que para
siempre le estropearan haciendo de él un manco a vida (desgraciadamente no como él de Lepanto) e hicieron además que nunca llegó a entender del todo como
funcionaba el funcionario. Hay que decir que el funcionario procede a menudo de
extracción baja y de ella además se vanagloria : soy del pueblo dice el
funcionario y tu qué ? te la juegas de príncipe. No! Que yo soy príncipe padre
hubiera podido declarar el ufano que por lo tanto también se sentía huérfano
siendo el padre de su padre de los más pobres obreros que haya engendrado la
tierra que son los obreros agrícolos e analfabetos. De ello guardo el dicho
padre la pobre y parca costumbre alimentaria como vestimentaria y la
consuetudinaria de moler a palos los degenerados hijos decía, como si se
pudiera más degenerar, pero el porvenir le dio razón en ello de que ninguno de
ellos, ni él ni sus dos hermanos, llegó a funcionario. Lo del dinero fue en su
familia una constante que encontraba muchos términos de sustitución que no
sinónimos como ahorros, como gastos, como que todo era producto de lujo, como
el subsidio familiar, como que era tiempo que se ganara la vida ya siendo mayor
de edad, todos términos que no cabe decir él aborrecía pero no por lo tanto
entendía. Siendo Grande no podía sino tener grandes amores y tropezó más que se
encontró con una hija de colonel que iba para médico más que por él ya que no le veía
tan grande como él se representaba a sí mismo pero tan pequeño como era de verdad por no
tener ni genio ni fortuna. Y lo que no estaba hecho para durar no duró,
que tan pronto fueron casados tan pronto fueron divorciados. Ganó ella por él
afrancesada de oficiar de médico en Francia cuando él volvió a sus malas
andanzas que era cumplir con una mano lo que no cumplía como hombre hecho y
derecho. Se murió el padre aquel desdichado año y la madre se puso a volar por
sus propias alas que hasta entonces no parecía tenerlas. Si el hombre nace de
la mujer la mujer renace del hombre y fue otra vida la de su madre. En cuanto a
él y lo que se envejece cuando se aprende de la vida se puede decir que se hizo
de repente viejo e impotente. Algunos pretenden que ser viejo es ser sabio pero
no se sabe si llegó a tanto sino a ser menos tonto.
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