mercredi 21 avril 2021

Un nueva racha de castellano

 

Una nueva racha de castellano se ha abatido sobre mí, y aunque me llegan cada vez más espaciados me tocan siempre tan desprevenido y con mismo effecto : que me encuentro del todo cambiado : en el sentir como en el pensar. ¡Qué idioma este y cómo grita en mí ! Desaforadamente. Es para mí de todo reposo el francés, con él me siento tranquilo, equilibrado y me veo raciocinando. ¡Vaya qué experimento! No me lo puedo explicar como todo lo que es físico, que no llega a encontrar un explicación racional ni de origen, que eso se dice, verdad, del ser hablante más que del ser humano, que somos entonces más de letra que de carne ; pero vaya, diré yo mejor, de una letra encarnada en mí. La culpa no la tienen mis padres ni siquiera mis bisabuelos que ellos sí hablaban castellano, pero Mariano José de Larra y Josep Pla con quienes últimamente reanudé con mi lectura de los escritores de lengua hispana. Por muy distintos que los veo en el modo de vestirse, de arroparse en la lengua castellana, muy bien siento también el mismo tejido, luego la gama de los colores de su adjetivación y el corte del periodo de su fraseología da su personalidad y su época. No puede haber sin embargo entre ellos la misma diferencia que entre un japonés y un chino ya que ambos hablaban el castellano y por mucho que sea catalan Josep Pla y Larra afrancesado como se decía en el siglo diecinueve. Muy bien me sé que no he elegido aquí lo más castizo entre los escritores españoles como para recuerdo que tengo en mi biblioteca de Grevisse, cuya origen si bien recuerdo es belga, Le bon usage (du français) que lamento no consultar lo suficiente rindiendo así por lo menos homenaje a los preñados del espíritu de un idioma que no pueden menos que escribir en dicho idioma. Así me siento : más que domino el castellano estoy dominado por él, poseso, endemoniado por él. Tal vez le pasó igual a Grevisse con el francés y se sintió entonces en la obligación de dominarlo para no ser dominado por él. Difiero en el sentido que me dejo emborrachar y gusto de mi borrachera que eso sí no está hecho para durar y por ello vuelvo a leer en castellano. Como todo buen borracho dí sin embargo mi palabra que nunca volvería más a leer sino en francés, pero desgraciadamente mi cura de desintoxicación se acabó hace unos pocos días por haberme acordado lo mucho que me gustó Los artículos de Mariano José de Larra y El Cuaderno gris de Josep Pla ; es puro paladar, es puro paladeo del castellano.

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