mardi 14 novembre 2017

El coche eléctrico y el teléfono de bolsillo

Dime tú que ha cambiado si el hombre sigue llorando sus alegrías pasadas.
Dime tú que ha cambiado si sus miserias de un día le hace mísero de por vida.
Han cambiado los coches que son eléctricos.
Han cambiado los teléfonos que se llevan de bolsillo.
Pero en el hombre, dime tú que ha cambiado en el hombre.
Que si fue feliz se pone triste y de no haberlo sido sigue no siéndolo.
Dime tú que ha cambiado si el hombre sigue mirando su vida igual que el que no tenía coche eléctrico y teléfono de bolsillo.
Dime tú cuanto tiempo va a durar esta absurdidad (entre otras) que un amor que le hizo feliz ahora le diera pena.

Dice que recuerda cuando si de verdad recordara su felicidad debería revivirla, ser de nuevo feliz.
Es tiempo que se rebele el hombre contra su nostalgia que si cambia no puede cambiar de otra forma.
Queremos ser siempre joven cuando somos igual de viejo. Igual de viejo el que ha vivido ahora que el que ha vivido en siglos pasados donde no había coches eléctricos ni teléfonos de bolsillo. Que siempre llorando el pasado, que siempre añorando cuando fue feliz.
Recuerdo yo haber sido un niño desgraciado. Pero si vio la vida alegre mi cara triste tengo que ver yo ahora con cara triste la vida alegre para siempre jamas.!No !
Dime tú que ha cambiado el hombre, que he cambiado yo que soy un hombre del siglo XXI donde hay coches eléctricos y teléfonos de bolsillo.

No quiero más mirar a un niño como si fuera yo.
No quiero más mirar a una mujer como si fuera mi primer amor.
No quiero más mirarte a tí mi hermano como cuando éramos hermanos.
No quiero mirar a nadie como miraba a todos el hombre que ha vivido en siglos pasados donde no había coches eléctricos ni teléfonos de bolsillo.

Dime tú que he cambiado.
Dime tú que soy un hombre del siglo XXI.
Dime tú que existe el progreso porque no hay progreso si no progresa el humano en su pensar, en su sentir, y no solo en sus coches y teléfonos.

Si yo sigo pensando o sintiendo como en los tiempos de Victor Hugo o Lamartine !Qué lástima !
Cómo lamento no sentirles tan extraños, tan lejanos y seguir entendiéndolos como si no hubieran pasado los años, como si no hubiera progreso que tocara el hombre de lleno, en vez de limitarse a lo que al final le es ajeno ya que no le cambia en absoluto, estoy hablando del coche eléctrico y del teléfono de bolsillo.

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