Los señores del castigo

Enfeudados señores del castigo fueron mis padres y padres fueron del siglo pasado. Así que mi vida empezó a palo duro retorciéndose a la vid del señor. Al paro me estacione, al paro me estructure, tanto que fue lo mío generacional paro estacional y generacional paro estructural. Ahora temen los señores del castigo que vida tan trepadora derriba el encastillado feudo y dicen: suelta ya el brazo armado que te pega o que te paga o en el que te pegas o con el que te pagas que no muy bien me sé yo lo que nos cuentan los señores del castigo. Mientras tanto, tanta rabia, tanto miedo, tanta mezcolanza, rezuma acedía frutal que corrumpe al sistema feudal del castigo señorial.